sábado, 3 de noviembre de 2007

El niño diferente en la historia

La relación entre la madre y su bebés han sido descriptas por varios autores. Los padres de la Psicología infantil como Freud, Piaget, Bowlbey , Winnicot, Dolto,Brazelton, Spitz , Wallon, han dado un sinfín de argumentos que dan cuenta de lo significativa de ésta díada.
Primero, antes de nacer , el niño se gesta dentro del cuerpo de la madre y segundo , después de nacer, le asegura la supervivencia en un período en que el niño depende completamente de ella.
La potencia de este vínculo es tan importante que merced a él tanto la madre como el padre realizan esfuerzos extraordinarios para atender a su niño.
Pero pensemos si en la historia de la Humanidad esto fue siempre asi....
El nacimiento de Jesús en Belén signó la muerte de los niños menores de dos años que pudieron encontrar en Judea por orden de Herodes.
También sabemos que existió el filicidio en la antigüedad para niños con sordera y ceguera.
La Edad Media fue una época de superstición y religiosidad: los clérigos y las monjas desempeñaban un papel importante como médicos, educadores y consejeros.
Los niños no tenían derecho a opinar y eran sujetos pasivos muchas veces sometidos a abusos y privaciones.
Ni hablar de aquellos pequeños que nacían con alguna discapacidad, los mismos eran ocultados por sus familias y casi siempre caían en situaciones de abandono seguidas de muerte a temprana edad.
En el Renacimiento (siglos XIV, XX y XVI) en Italia por ejemplo, la situación mejoró en varios aspectos. La sociedad italiana ya en el siglo XV hablaba de una educación mas amplia y atractiva para el niño.
Recién en 1633 hay registros de un libro publicado por Juan Pablo Bonet que habla de discapacidad, se llamaba “ Reeducación de las letras y arte de enseñar a hablar a los mudos”.
Gracias a Luis de Velasco que había nacido sordo y quien hacía una excelente lectura labial se hizo mas conciente la idea que podía trabajarse haciendo rehabilitación en este tipo de discapacidad.
Will Kerger en Alemania desmutizó a su hija sordomuda usando el habla, la escritura y los gestos. O sea , hablamos de los padres como primeros maestros en la historia.
Ferdinald Arnold (1737-1783) quien fuera el padre de la oralidad en 1768 toma niños sordos provinientes de familias pudientes y crea un pensionado para niños sordomudos.
La mortalidad infantil siguió siendo un problema emblemático en Inglaterra , por ejemplo, casi en el 1900 de cada mil niños nacidos anualmente morían 140 antes de los doce meses de vida.
Recién en 1930 Kanner considera que se comenzaron a reconocer los derechos de los niños.
Marshall Klaus y John Kennell en su libro “ La relación madre e hijo” nos relatan los desastrosos efectos que la separación prolongada entre ambos puede causar.
En 1903 en la decimoquinta (15) asamblea anual de pediatría , uno de los oradores informó que la leche se expendía en el mostrador, de unos tarros de 20 litros sin refrigerar, los cultivos de esta leche arrojaron contaminación masiva.
A consecuencia de este hecho en San Francisco se comenzaron a tomar estrictas medidas de aislamiento que los hospitales estaban llenos de bebes infectados.
Desde allí hasta mediados de los 50 las medidas de separación fueron totalmente descabelladas. En los primeros hospitales de pediatría no se permitían las visitas mas de 30 a 60 minutos por semana.
El miedo a la propagación de las infecciones también explican las barreras físicas que se observaban entre las camas. Había epidemias de diarrea e infecciones respiratorias en las mayoría de los hospitales.
El primer Hospital de prematuros se habilitó en Chicago en 1923, llamado Sarah Morris , su director el doctor Budín ya hablaba de la importancia de la extracción de la leche materna para ser llevada a los prematuros, pero negaba todo tipo de contacto físico.
En el período que siguió a la segunda Guerra Mundial y debido a la escasés de
Profesionales de la salud obligó a que los padres tuvieran mayor intervención en el cuidado de sus hijos.
En Sudáfrica en el Hospital Baragwanath en Johannesburgo se registraron testimonios de las primeras madres de prematuros alimentados a pecho por sus madres en salas calefaccionadas. Con estos procedimentos la frecuencias de infecciones no aumentó y los índices de vida fueron excelentes.
Aún en la década del 70 solamente el 40% de los hospitales de Estados Unidos permitían que las madres pudiesen tocar a sus bebes en las nurseries en los primeros días de vida.

Los estudios de Klaus y Kennell me parecen interesante para hablar del diálogo que existe entre madre e hijo desde el nacimiento.
En 1975 describen el modo en que la madre inmediatamente después del nacimiento del niño lo alza y comienza a acariciarle a cara con las yemas de los dedos. De ahí en mas la intereaccion entre el neonato su madre alternan con escasos períodos de desconexión. Las fases de interacción comienzan con un saludo mutuo, llegando a ser una animado intercambio que incluye expresiones faciales y vocalizaciones durante las cuales el bebe se orienta hacia a madre con movimientos exitados de las piernas los brazos.
John Bowlby en su libro “ Las bases seguras” que un niño debe tener para desarrollarse plenamente.
La teoría del apego es fundamental para entender las relaciones de la intercomuunicación .Se los recomiendo especialmente.

1 comentario:

Raquel Barbieri dijo...

WOW, Kari...

Me encantó leer este artículo y enterarme de tantas cosas interesantes. Cuánto dato, cuánto cambio de actitud en la gente a través del tiempo. Lo importante es que ahora todo vínculo afectivo parece ser mejor, más directo y genuino que en otros tiempos en que tantas censuras, prejuicios y mentes cerradas le arruinaban la vida a muchos.
Me parece muy interesante este blog.

Se me ocurrió ayer que podría interesarte contactarte en algún momento con la esposa de Alejandro Rozitchner, Ximena Ianantuoni. Ella es psicóloga especialista en crianza. Mirá si en un futuro pudieran hacer algo juntas (perdón, pero yo siempre quiero juntar a la gente y me parecen especialidades complementarias las de ustedes).

Sos una gran trabajadora,


Besos,
Raquel:)